Muy poca gente, o casi nadie imagina que la vida de Iturbide estuvo en las manos de Bolívar. Difícil de creer, pero cierto. En este ensayo me propongo detallar cronológicamente la vida de ambos, e ir descubriendo muchos momentos que la historia oficial -como siempre- nos oculta. Para esto hay dos asuntos que habremos de tener en cuenta:
Primero: conocer de manera resumida la vida de Agustín de Iturbide, llevándola de la mano cronológicamente con la del caraqueño, con el propósito de correr el velo de una vez por todas, y así convencernos de que fueron vidas paralelas, con resultados igual de frustrantes. Como sea, ser “Iturbidista” es anteponer la tinta y el papel, sobre la sangre y la espada de Bolívar.
Segundo: comprender el mal uso de la palabra “Bolivariano”, sobre todo cuando escuchamos las arengas del fallecido Hugo Chávez al referirse a su revolución "Bolivariana”, y por lo mismo conocer como es debido a Simón Bolívar, al “libertador” de Sudamérica, al soñador, y quizás al personaje más obsesionado en dominar el continente como un todo. Descubrir que deseaba eliminar la palabra monarquía del diccionario americano, y junto con ello deshacerse del emperador Agustín I, quien fue, sin que lo confesara, el personaje a quien más odió y admiró al mismo tiempo. La vida de Bolívar no se entiende sin contrastarla y engarzarla con la vida de Iturbide.
Nota: El presente ensayo fue publicado por primera vez hace más de cinco años. Ahora va revisado, editado y aumentado por tercera ocasión.
Formato: para explicar la cronología de hechos, coloco al principio de cada párrafo, el año al que habré de referirme.
1783. Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios, ese impetuoso y joven mantuano, hijo de aristócratas, nació en Caracas, Venezuela, un 24 de julio, en tanto que Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu, nace un poco después, es decir el 27 de septiembre en Valladolid (Morelia) en el estado de Michoacán, hijo de familia acomodada y propietaria de algunas haciendas. Bolívar no dejaba de ser un criollo, aunque más bien era un "criollo-plus”, pues precisamente por su linaje era que se le conocía como mantuano, lo que significaba pertenecer a la élite caraqueña, lo cual les permitía contar con una serie de privilegios frente a las autoridades de la Corona en América. Iturbide ingresó en el Seminario Tridentino, y a los quince años se estaría enrolando en el ejército.
1797. Bolívar tendrá en Caracas como mentor, a Simón Rodríguez, y en Europa al célebre Andrés Bello, personajes ambos, que marcarían las convicciones y personalidad del joven caraqueño.
1799. Las vidas de Simón y Agustín se entrelazan en varias ocasiones de una manera muy singular, y la primera es que el aún muy joven Simón de 16 años, en su primer viaje a Europa en este año, debe hacer una parada forzosa en México, la cual, por azares del destino le permite conocer muy de cerca, a quien más adelante sería la asesora y financiera de los insurgentes mexicanos: María Ignacia Rodríguez de Velasco de Osorio Barba y Bello Pereyra, mejor conocida como "La Güera Rodríguez”, quien le aventajaba con 5 años. Se dice que Agustín de Iturbide la conocería hasta 1820, en la conspiración de la Profesa, aunque este dato no tiene un sustento real. Al muy impetuoso y joven soñador Bolívar, lo tuvieron que correr de México por agitador y sedicioso.
1800. Bolívar quería instruirse, y por ello Europa era su mejor alternativa. Sin embargo, antes que nada buscaba recuperar algún título nobiliario de Marqués, que por derecho le pertenecía a su familia. Un tema de raza negra en su sangre en su genealogía, se lo impidieron, razón por la cual comenzó a cultivar un rencor irreversible hacia España, el cual crecería día a día. Él y su familia realmente vivían muy holgadamente, pues eran dueños de una gran cantidad de tierras en San Mateo, entre Valencia y Caracas, contando con muchos esclavos que les permitían generar grandes ganancias con el cultivo de la caña, del cacao, y más adelante con el café.
1802. Bolívar regresó casado de Europa con María Teresa Rodríguez del Toro, quien, producto de la fiebre amarilla murió al año siguiente. Ese mismo año, y con el profundo dolor que le había producido el deceso de su esposa, regresó a París, donde se dedicó a una vida muy descarriada.
1804. Bolívar pudo estar presente en algún discurso de Napoleón Bonaparte, tema que marcó su personalidad el resto de su vida. Es posible que haya asistido a su coronación como emperador de Francia. En París, su prima Fanny Duvillar será en adelante, el gran amor incondicional y epistolar de toda su vida.
1805. Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu, se casa con Ana María Huarte y Muñiz, hija de aristócratas españoles peninsulares. Tuvieron diez hijos, de los cuales al último y con su mismo nombre, Agustín Cosme, ya no lo conocería.
1808. Bolívar, casi sin dinero, pero habiendo jurado libertar a América de los españoles, logró regresar a Caracas, año clave cuando Fernando VII cae preso en Bayona, Francia. No estoy muy seguro si el sueño de Bolívar era de libertad o de grandeza. Por supuesto, si lograba el primero, le llegaba el segundo.
1810. Hidalgo invita a Iturbide a su revolución, quien no acepta pues además de pertenecer al ejército realista, rechaza el método sanguinario con el que ya la había iniciado. Definitivamente existe un parentesco consanguíneo por el apellido Villaseñor del lado materno de ambos personajes, quienes perseguían el mismo objetivo, con diferentes formas. En este mismo año, llega Bolívar de Londres al puerto de la Guaira, Venezuela. Arranca toda su promesa libertaria. 30 de octubre, batalla del Monte de las Cruces donde Hidalgo gana arrolladoramente a Trujillo, quien huye a Toluca, e Iturbide quien lo auxiliaba, se dirige a la Ciudad de México para quedar ahí a la defensa de la capital. Hidalgo huye a Aculco, y de ahí comienza su declive.
1812. Las fuerzas patriotas son derrotadas por las realistas al mando de Domingo Monteverde y ello obliga a Francisco de Miranda a firmar la Capitulación de San Mateo el 25 de julio. Este acontecimiento produce un golpe de Estado liderado por Bolívar contra Miranda el 31 de julio. Por una traición fríamente calculada, apresará y entregará a Miranda a los realistas. Este acto de profunda traición a su jefe y mentor político y militar, dibujará la conducta de Bolívar por el resto de sus días.
1813. El 16 de enero Bolívar declara que su primer objetivo es "destruir en Venezuela la raza maldita de los españoles europeos, en que van inclusos los isleños de Canarias...Ni uno solo debe quedar vivo". El 6 de agosto. Bolívar entra triunfal a Caracas después de varias batallas, entre ellas la de Cúcuta. Es cuando se le llama por vez primera: "El Libertador”. 24 de diciembre: en Lomas de Santa María, Michoacán, Iturbide vence a Morelos de forma contundente, y es donde inicia el declive del "Siervo de la Nación”. En enero del año siguiente repite la hazaña en Puruarán.
1814. En la prisión de La Guaira, en Venezuela, fueron decapitados 800 presos encadenados desde hace dos años, por órdenes de Bolívar y a manos de Juan Bautista Arismendi. El relato habla de no fusilarlos para no gastar parque.
1819. El 17 de febrero, el congreso de La angostura en Venezuela proclama presidente a Bolívar. El 7 de agosto en la batalla de Boyacá, se marca un parteaguas definitivo, pues ya se visualizaba la independencia y fusión de Colombia y Venezuela en una sola nación. Iturbide vive en plan de retiro en la hacienda de la Compañía de Jesús en Chalco. Aquí prepara con lujo de detalle todo el “Plan de Independencia de la América Septentrional”, conocido como “Plan de Iguala”.
1821. El 24 de febrero, Iturbide ya había proclamado dicho plan. El 10 de marzo, Iturbide y Guerrero pactaban la paz en Teloloapan, bajo la leyenda de que se dieron un gran abrazo en Acatempan. El 24 de agosto firma el tratado de Córdoba con el último “virrey” llamado Juan de O´Donojú O’Ryan, basado en el contenido del Plan de Iguala, detallando la cláusula de la forma en que Fernando VII debería venir a reclamar su trono. El 30 Agosto, se firma en Cúcuta ―en la frontera entre Venezuela y Colombia― la constitución de la cual lleva su nombre, y se consolida la república de la Gran Colombia. Uno de los congresistas que juran esta constitución es el mexicano Miguel Santa María, veracruzano de nacimiento. ¿Qué hacía con Bolívar? A finales del año sería nombrado Simón Bolívar como presidente de la gran Colombia, y vicepresidente a Francisco de Paula Santander. El 28 de julio, Perú declara su independencia, y el 15 de septiembre, Las Provincias de Centro América declaran la suya. El 27 de septiembre, Iturbide cumple 38 años, y se apodera de la Ciudad de México. El 28 se declara la independencia de México e inicia como Presidente de la Regencia del Imperio Mexicano. En este momento, nadie puede afirmar si él imaginaba ser emperador, pues el plan de las tres garantías señalaba que un Borbón aceptara el trono de México. El 28 de noviembre, Panamá declara su independencia, y días después se une a la Gran Colombia.
1822. El 5 de enero, todas las provincias de Centroamérica, desde Guatemala a Costa Rica, decidieron unirse al imperio mexicano, excepto San Salvador que poco después se adhiere. El 24 de febrero se instala el congreso ―hostil a Iturbide― quien ya tenía identificados a los principales cabecillas, entre ellos Servando Teresa de Mier y Guadalupe Victoria. No obstante, el 19 de mayo se declara por mayoría de 67 diputados contra 15, que Iturbide asumiría el trono imperial mexicano como Agustín I. El 20 de mayo vuelven a votar, ahora por unanimidad. El 21 de julio es la ceremonia de coronación en la Catedral Metropolitana. El 24 de mayo, Antonio José de Sucre libera el norte de Sudamérica en la batalla de Pichincha, y le facilita la campaña a Bolívar. El 26 de Julio se encuentran en Guayaquil, Bolívar y José de San Martín, quien este último habría liberado Chile, Río de la Plata y parte del Perú. San Martín le propone a Bolívar traer un príncipe europeo para reinar el Perú, y Bolívar se exaspera con este otro Libertador quien ya estaba muy enfermo. Además ya sabía que la coronación de Iturbide era inminente, aunque no tenía la certeza de que 5 días atrás ya habría sido coronado. El 16 de agosto hay una reunión secreta en Tacubaya, donde asisten Fray Servando Teresa de Mier, Victoria, otros y especialmente el dueño de la casa como anfitrión que es Miguel Santa María, quien era el "embajador” de la gran Colombia, y enviado especial de Bolívar en México. El motivo del encuentro era planear el derrocamiento y asesinato del emperador Agustín I. La conspiración es descubierta por un coronel leal al emperador, de nombre José Antonio de Echávarri. Todos fueron apresados excepto Santa María quien fue "deportado” a la gran Colombia, pero no se fue de México. Cuando el emperador Agustín I reclama por la vía diplomática, Bolívar le respondió por carta que el habría de investigar el evento y en su caso hacer justicia. El detalle es que no aclaró a "quien” intentaría hacerle "su justicia”. Un almirante británico de nombre Thomas Alexander Cochrane, servía con sus barcos de comunicación por mar entre Sudamérica y la recién independizada Nueva España, entre Quito y Acapulco.
En este punto hago una pausa de estas dos historias paralelas.
Si analizamos con detenimiento, todo parece coincidencia. Lo más seguro es que así fue hasta el 21 de julio de 1822. Sin embargo, también pareciera que estuvieran jugando a las carreras Bolívar e Iturbide, aunque el emperador tuvo más habilidad, usó menos energía, y llegó más rápido a un trono que de la misma forma soñaba Bolívar, tema que el caraqueño nunca pudo reconocerlo públicamente, pues él ya habría diseñado en 1826 de puño y letra, una nueva constitución para el Perú, con la figura de un presidente vitalicio, y un vicepresidente hereditario, la cual más tarde le propuso a Santander, y fue razón suficiente para generar una ruptura definitiva entre estos dos personajes y compañeros de muchas batallas. El celo de Bolívar no paró en la intención de matar a Iturbide, a través de la mano de Santa María, sino que la instrucción fue diseñar un plan más pensado, el cual no tardó en regresar el veracruzano a México, y lo promulgó con el nombre de "Plan de Casa Mata”, previo convencimiento de que tomara el mando un joven y ambicioso militar, quien desde este punto en adelante, se convertiría en el único chivo expiatorio ideal de los liberales hasta el año de 1855. Su nombre: Antonio López de Santa Anna. Regresando al tema que nos ocupa, en estas fechas Iturbide controlaba 7.7 millones de km2, y Bolívar 4.7 millones de km2. Otra razón más para que el Colombiano-Venezolano se sintiera algo celoso.
1823. El primer día de febrero se promulga el Plan de Casa Mata, redactado, revisado, y empujado por Miguel Santa María, y liderado por José Antonio de Echávarri, ―efectivamente, aquel que le habría salvado la vida al emperador, al revelarle la conspiración― y presionando al general Antonio López de Santa Anna para secundarlo, además de Luis Cortázar y Rábago y José María Lobato. En este plan se promulgaba la república para derrocar al imperio. El 19 de marzo abdica el emperador Agustín I, y se exilia en Liorna, Italia. El 1° de abril, Pedro Celestino Negrete, Nicolás Bravo y Guadalupe Victoria asumen el Supremo Poder Ejecutivo en un formato de triunvirato, donde se van rotando mensualmente la presidencia, junto con Miguel Domínguez (el ex corregidor de Querétaro), Vicente Guerrero y José Mariano Michelena. De esta absurda forma, se la llevan hasta el 10 de octubre de 1824. Siempre me he preguntado por qué lo de "Supremo”, si con "Poder Ejecutivo” sería suficiente… ¿no que muy republicanos?
1824. 13 de marzo. El congreso mexicano aprueba un acta con el siguiente texto: "Se declara solemnemente que el libertador (Bolívar) es ciudadano de la República Mexicana, acordándose se apruebe y conceda diploma y se entregue al libertador por una comisión designada”. Esta acción explica su pintura de cuerpo entero que se encuentra en Palacio Nacional. El 10 de mayo, José de San Martín y Agustín de Iturbide coinciden en un encuentro en la ciudad de Londres, en el Royal Coffee, en Regent Street. No existe documentación sobre lo que hubieren platicado en este lugar. El 16 de julio, Iturbide regresa de su exilio en Reino Unido, desembarcando en Soto La Marina, Tamaulipas, con el propósito de ayudar a una conspiración de reconquista que tenía España. El día 19, por una ley - sentencia a modo promulgada por el congreso desde el 3 de abril, donde Iturbide es declarado traidor, y cualquiera podría darle muerte si pisaba territorio nacional, es asesinado en la población de Padilla, en un fusilamiento sin juicio previo, por órdenes del general Felipe de la Garza, a quien Iturbide le habría perdonado la vida anteriormente, y exculpado de una rebelión. Todo esto bajo el triunvirato de Guadalupe Victoria, Nicolás Bravo y Miguel Domínguez. México se convertía en el único país parricida del continente.
1824. El 6 de Agosto, Bolívar y Sucre estarían obteniendo la victoria en la penúltima batalla para expulsar a los realistas del continente, en la población de Junín, en el sur del Perú. El 9 de diciembre se ganaba la última y gran batalla en Ayacucho para librar al Perú y todo Sudamérica de los españoles. La gloria se le quedó al recién nombrado Mariscal Antonio José de Sucre, pues Santander le habría impedido a Bolívar seguir adelante.
1825. El 6 de agosto, el Congreso del Alto Perú creó la República de Bolívar que luego se cambió de nombre a Bolivia.
1826. Bolívar escribe la constitución del Perú, la cual quiere imponer a la gran Colombia. Santander se opone férreamente, primero porque la de Cúcuta firmada desde 1821 estaba vigente y no podía ser revisada en los primeros diez años, pero sobre todo, por la absurda figura de un presidente vitalicio y un vicepresidente hereditario. Era tanto como un imperio disfrazado de república liberal. Se promulga el 8 de diciembre.
1827. El 27 de enero se abroga la constitución vitalicia” del Perú. Duró 49 días. Llega a la gran Colombia, Agustín Jerónimo de Iturbide y Huarte, hijo primogénito del emperador, quien tuvo una hija natural en Perú con Nicolasa Fernández de Piérola, de nombre Jesusa de Iturbide, quien a la vez se convirtió en la esposa del futuro presidente de esa nación, Nicolás de Piérola Villena. Agustín Jerónimo se convertiría en asistente de Bolívar, quien ante el reclamo de la secretaría de relaciones exteriores de México, El Libertador le contestaría retadoramente que: "Cálmese el ánimo, pues este asunto no le compete por mil razones". Bolívar defendía a capa y espada al hijo del emperador Agustín I… ¿qué tramaba?
1828. El 25 de septiembre en Bogotá, se llevó a cabo un atentado contra la vida del Libertador, la cual fue conocida como “Conspiración septembrina”. Afortunadamente su amante quiteña, Manuelita Sáenz, fue quien pudo prevenirlo a tiempo para salvarlo, razón por la cual fue nombrada por el mismo Bolívar "La Libertadora del Libertador”. Todo apuntaba a que Santander estuvo detrás de dicho intento de asesinato, pero los hechos han demostrado que no fue así. No obstante, Bolívar lo indultó de la pena de muerte, pero destituyéndolo de su cargo y exiliándolo.
1829. Isidro Barradas llega a Tampico para intentar la reconquista de España sobre México. Santa Anna lo vence el 11 de septiembre y se le queda el título de: “héroe de Tampico”.
1830. Comienza el declive de Bolívar cuando Venezuela se proclama independiente el 13 de enero, y José Antonio Páez ocupa la presidencia de ese país desterrando a Bolívar, quien jamás regresaría a su país natal. El 1° de julio es asesinado José Antonio de Sucre, y la noticia afecta la ya mermada salud del Libertador. Con intención de recuperarse en Europa, Bolívar sale rumbo a Santa Marta en el norte de Colombia, enterándose que había orden de no permitirle la entrada a Venezuela por parte de Páez, por si intentaba regresar ahí para sanar. El 10 de octubre nace Isabel II de España. Bolívar llega el 1° de diciembre a dicho puerto, pero ya sin poder incorporarse. Agustín Jerónimo de Iturbide y Huarte acompañará al “libertador” hasta su último aliento el 17 de diciembre.
1831. Se desintegra la gran Colombia, en las repúblicas de Nueva Granada, Venezuela y Ecuador, que quedarían respectivamente bajo el mandato de Francisco de Paula Santander (regresado del exilio), del venezolano José Antonio Páez (aquel que exilió al Libertador de su propio país), y de Juan José Flores (autor intelectual del asesinato de Antonio José de Sucre). El sueño "Bolivariano” habría desaparecido por completo, excepto que ya no habría más españoles controlando país alguno, pero en manos de tres personajes de pésima reputación, y que juntos no hacían medio Bolívar.
1833. 29 de septiembre, muere el rey de España, Fernando VII.
Conclusión:
Cuando queramos referirnos históricamente a una América independiente del control español, pero sin romper relaciones con la madre patria, debemos decir “Iturbidista”. Cuando imaginamos la américa del sur “exterminando españoles” entonces sí podemos decir “Bolivariano”. Repasemos que el primero resolvió “la independencia” en poco menos de lo que dura un embarazo, contra los 17 años que le tomó a Bolívar. El primero logró la independencia con exceso de tinta y papel, y el segundo con exceso de sangre y crímenes de guerra.
Si ser Bolivariano es evocar al Libertador venezolano, es parcialmente cierto, pues Bolívar fue más colombiano, al punto de que por estar distraído en el Perú, Guayaquil y Quito, Páez aprovechó el tiempo y la distancia para quedarse con su país natal, sin que pudiera recuperarlo ni regresar a él en vida. Esto debe haber avergonzado y deprimido profundamente a Bolívar. Además, hay que recordar que sin la ayuda económica, masónica y liberal de los ingleses, jamás hubiera avanzado un metro, pues durante todos estos años, Londres fue para Simón Bolívar más importante que Caracas, de donde habría partido a los 15 años, y solamente regresó a su tierra natal ―Venezuela― a ratos.
Iturbide jamás necesitó apoyarse en un país extranjero para lograr su propósito. Todo fue producto de su astucia, imaginación y pericia. Supo negociar con todas las partes. Quizás intentarlo solo, fue lo que le costó la vida.
Chávez y su pupilo reprobado de quinta (no de cuarta) de contradictorio apellido Maduro, se han encargado a través de una envilecida propaganda pseudo comunista de usar el término “Bolivariano” como sinónimo de todas las tropelías que han hecho con la Venezuela de Páez, pero jamás con la de Bolívar. Es por lo anterior, que el actual presidente de Colombia, Gustavo Petro, presume tener en sus manos la espada del caraqueño, tema que debe tener muy frustrado a Maduro. Cuando S.M. el rey Felipe VI, asistió a la toma de posesión, y la susodicha espada desfiló frente él, ni se paró y ni se inmutó. Ciertamente el exterrorista, hoy presidente de Colombia, hizo su berrinche. ¿Qué esperaba?
No cabe duda de que el error e incongruencia histórica del Libertador de Sudamérica, fue suponer que podría ser "el rey” bajo la figura de presidente vitalicio, de todo aquello donde fue marchando metro a metro, desde Caracas hasta Junín en el Perú, pasando por Santa Fe de Bogotá, Guayaquil, Quito y Lima. Cuando pensó en asesinar a Iturbide por la mano de Santa María, ya pensaba en incluir dentro de sus planes a México y “despachar” desde Palacio Nacional. Esos "sueños de opio” que hoy están pervertidos en un pseudo comunismo que no desea el bienestar común, sino solamente el de aquellos que tienen el poder, sigue vivo en la enfermiza mente de Nicolás Maduro, Daniel Ortega, Miguel Díaz Canel, el tabasqueño, y en los recuerdos de Evo Morales, Rafael Correa, Lula da Silva, Cristina de Kirchner y demás sátrapas. Estos sujetos se han apoderado de la figura de Bolívar, como en México se ha hecho con la de Juárez, la de Bolívar, y por supuesto, como si Iturbide jamás hubiera nacido.
Pensemos por un momento que Bolívar se hubiera puesto de acuerdo con Iturbide sin celos de por medio ―ya puse mi imaginación a andar― habiendo hecho las paces, y Bolívar en una mayor congruencia mental y acorde a la época, hubiese decidido convertirse en el emperador Simón I, como lo fue Agustín I. Imagine los resultados en lugar de que yo se los platique. Por lo pronto le dejo unas preguntas a este respecto: ¿dónde quedó la "independencia” Bolivariana? ¿Acaso es el foro de Sao Paulo? ¿Son Maduro, Kirchner, Ortega, Díaz Canel, el tabasqueño y su presidenta, los honorables representantes y depositarios del sueño de Bolívar? Los actuales pseudo comunistas, estalinistas, y marxistas, que tienen invadido al continente americano cobijados entre ellos en la secta llamada Foro de Sao Paulo, hoy grupo Puebla, son, insisto, vulgares sátrapas, marrulleros, y corruptos bandoleros, que están a muchos años luz de aquel legendario libertador, Simón Bolívar, quien ―con sus claroscuros― caminó 6,500 kilómetros buscando un sueño, y que además, paradójicamente murió en compañía del hijo de Iturbide.
Así pues. Ser Bolivariano nada tiene que ver con el pseudo comunismo. La revolución dizque Bolivariana de Chávez y Maduro, es con toda precisión, la revolución anti venezolana, sátrapa y marrullera, con un plan muy definido de exportación continental. Por favor, dejen descansar a Bolívar, quien por error de cálculo no pudo ver a una Sudamérica unida. A partir de la muerte de Bolívar en 1830, faltarían todavía 18 años para que Marx inventara el comunismo, así que la palabra Revolución Bolivariana y el Comunismo, nunca se conocieron, y nada tienen que ver. Lo inverosímil es que Maduro y compinches insistan en llamarle a ese bello país de alma llanera: República Bolivariana de Venezuela.
Actualmente no existe un solo "Bolivariano” auténtico en todo el continente, que se atreva revivir el sueño del Libertador. Conste que lo defiendo a sabiendas que planeó eliminar a Iturbide, y gracias a Santa María, lo logró. En cambio, hay muchos interesados en exportar la revolución comunista castrista, chavista y madurista que deja millones de víctimas en la más profunda pobreza y esclavitud, y que para su "noble” propósito se han robado hace años la marca "Bolívar” por su naturaleza “sátrapa” (R.A.E.: Persona que gobierna despótica y arbitrariamente y que hace ostentación de su poder).
Si Bolívar resucitara, tendría un nuevo sueño que es recuperar aquello donde se equivocó, e intentaría borrar del mapa al actual club de sátrapas ya mencionados. Supongo que sabría cómo hacerlo, además que la pensaría dos veces antes de volver a intentar meterse con Iturbide. Quizá ya no tendría que repetir aquella frase que dijo en su agonía: “Aré en el mar”.
Si Iturbide resucitara, tendría que retomar el trono del Imperio Mexicano, no debería volver a abdicar, y tendría que mantener encarcelados a todos los congresistas que traicionaron el Plan de Iguala, le dieron la espalda a la Independencia verdadera, y todo para entregarse a los brazos de la masonería yorkina estadounidense, y terminar llamándonos “Estados Unidos Mexicanos”.
De hecho si Iturbide resucitara y viera todo esto, llevaría el riesgo de morirse nuevamente, pero ahora, de un infarto.
La realidad de hoy es que en Sudamérica todo es sacramentalmente Bolivariano y tiene hasta su… ¡país! Es decir Bolivia. En México nada es Iturbidista, pues aquí matamos a nuestro Libertador. Así las cosas… ¡somos un país parricida! Al menos la Ciudad de Morelia debería llamarse “Iturbidia”, pues al final ganó Iturbide y no Morelos.
De corolario: El último cordón umbilical que mantenía La Corona Española unida al Virreinato de la Nueva España, o ya República Mexicana desde 1824, se rompió definitivamente hasta el 28 de diciembre de 1836, por el brazo vivo que dejó Bolívar en México. Esto fue con el Tratado Santa María-Calatrava donde España reconoció y firmó definitivamente la independencia de México que habría imaginado, diseñado, escrito, ejecutado y coronado Agustín de Iturbide. En efecto, aquel oscuro personaje fue el firmante: Miguel Santa María.
CLAUDIO MÁRQUEZ PASSY
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